sábado, 12 de abril de 2014

-“GRACIAS A LA ORACIÓN SE PUEDE HABLAR CON DIOS??”








         Si le preguntamos a un creyente sobre los beneficios que le deja el “orar” de seguro nos dirá que muchísimos. Pero si lo analizamos con algo de detalle, nos damos cuenta que esas supuestas “ventajas” son en la mayoría de carácter religioso y espiritual los cuales no son para nada realistas o prácticos; y que solo son aplicables en el supuesto caso que existan Dioses o alguna otra entidad espiritual.

Veamos algunos de esos “Beneficios o Ventajas” que el creyente obtiene a través del Rezar/Orar y que solo son aplicables en el inexistente mundo religioso:


(Todas las siguientes Ventajas que se señalarán a continuación fueron obtenidas de la revisión de varias páginas webs Cristianas)


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“Gracias a la Oración se puede hablar con Dios”


        Hay que dejar algo muy claro. Cuando se hace referencia a “Orar” lo hacemos basándonos en la actividad religiosa de repetir de forma constante y monótona algunas frases. Por ejemplo el Padre Nuestro, el Ave María, El Credo, etc; o el repetir incansablemente algunos fragmentos Bíblicos como el salmo 23 o 91.

El Orar o Rezar que tratamos en este artículo NO es una mera “conversación con Dios” o un chismoseo informal con el todopoderoso del tipo: “Hola Dios. Te cuento: El chico de la escuela que me gusta al fin me miró hoy... estoy feliz!! gracias por el milagro!”

Por lo que el repetir infinidad de veces una oración NO puede considerarse “hablar” con Dios. ¡Simplemente repites como Cacatúa frases sin sentido!

Para “Hablar” o tener algo parecido a una conversación, debe existir un feed back, alguien que habla y alguien que escucha y viceversa. Un intercambio de información.. Y ¡Dios no Responde!... al menos no de la forma como para que sea considerado una conversación. 

Además... Dios es Omnisciente. Ya Dios sabe lo que dirás, cuando y cómo. Dios conoce hasta lo más mínimo de tus pensamientos. Por lo que NO puedes hablar con Dios ya que el ya sabe lo que le estás diciendo. Es una soberana perdida de tiempo y esfuerzo.

¿Como se siente usted querido lector si un amigo suyo, cada vez que conversan le repite lo mismo una y otra vez de forma aburrida y repetitiva? ¡Y para colmo algo que ya usted sabe!!!!

Fastidioso... ¿Verdad?

Pues así debe sentirse Dios.