El siguiente artículo pretende demostrar como el cristianismo, de origen judío, extrae de la cultura pagana europea gran parte de sus prácticas, leyendas, historias, símbolos y rituales fundamentales. La expansión del judeocristianismo en
EL NACIMIENTO
Quizás una de las más importantes facetas de este proceso sincrético fue la celebración del nacimiento de Cristo que se realiza el 25 de diciembre,
Pero aún el nacimiento de Jesús guarda similitudes extremas con el mito hindú de Krishna, la octava encarnación del dios Vishnú. El tirano Kamsa enterándose del nacimiento del niño-dios ordena la muerte de todos los infantes nacidos en esa época de forma idéntica a como se asegura por los cristianos que hizo Herodes aún cuando no existe registro histórico alguno que corrobore tal hecho. Los padres de Krishna también escapan a una ciudad vecina, Vrindaban y Krishna también nace en un establo.
Vemos hasta ahora como el nacimiento de Cristo no sólo es un plagio del nacimiento de Krishna, sino que además se le adjudica una fecha adulterada, la fecha celebrada por los paganos europeos como el nacimiento de su deidad solar respectiva en el Solsticio de Invierno.
Por supuesto que
Como es evidente, el culto a
Lamentablemente, Sofía daría nacimiento al Demiurgo de manera asexual, porque Sofía es Gea, la madre de Cronos,
Sofía no es maligna a pesar de ser la madre del Demiurgo, por el contrario, aunque esta atrapada en el Universo Material Lucifer siempre intenta rescatarla.
Bíblicamente la versión maligna de
Las valkirias nórdicas, las hadas celtas, las dakini budistas, las amazonas griegas, todas representan a su manera a las guerreras vírgenes que probablemente fueron luego adaptadas como las once mil vírgenes del cristianismo católico. Este es el choque entre la guerrera virginal y pura, contra la heroína judía prostituta y tramposa que seduce a los reyes para manipularlos.
EL VINO
La religión pagana europea es una raza solar, ígnea y boreal que representa al elemento del Fuego. Es por esto que las diferentes culturas europeas hayan practicado ritos donde se consumían bebidas efervescentes que provocaban un “fuego interno”.
El Fuego es el más elevado de los elementos por ser el menos denso, el estado plasma de la materia, el más cálido y por ende, de vibración más elevada y más cercana al plano espiritual como aducen los zoroastrianos persas.
A diferencia de
Por esto, Prometeo es el portador del fuego, como su versión latina Lucifer, el portador de
Los berserker germanos bebían una poderosa cerveza hecha con beleño negro que les producía una euforia frenética, volviéndolos furibundos guerreros ajenos al dolor y que destrozaban todo a su paso en una locura imparable, hasta el punto de expulsar espuma por la boca y tener temblores convulsivos.
El vino era otra bebida sagrada tanto para griegos, como para romanos y seguidores de Mitra, un dios solar adorado tanto en India como en Persia, y adoptado por los romanos cuyo culto se extendió mucho entre las legiones romanas y que incluía el sacrificio de un toro (de allí deriva la moderna tauromaquia). El partir el pan y el vino era una práctica común entre los seguidores del mitraísmo y fue copiada por los cristianos en su misa.
No es extraño, entonces, que el Islam prohíbe ingerir alcohol, pues los semitas al contrario de los arios europeos, son una raza lunar, telúrica y austral. Sumidos en el mundo material-telúrico (de allí que judíos y árabes sean reconocidos por ser mercaderes), el consumo de bebidas que provoquen ese fuego interno les es prohibida.
La costumbre entre los semitas es enterrar a los muertos, porque los semitas pertenecen al elemento de
Mientras que la costumbre entre los arios europeos siempre fue cremarlos, porque los paganos europeos pertenecen al elemento del Fuego. Por eso, los hindúes y los budistas creman a sus muertos, de ahí que a ellos se les denominaba ARIOS.
Lo siguiente es extraído de la enciclopedia Wikipedia:
ARIOS:
Ario es una palabra derivada del sánscrito "Ārya" significando "noble" u "honorable".[2] [3] El Avesta cognado del término sánscrito es "Airya" y el equivalente en Persa antiguo es "Ariya." Es ampliamente mantenido que se ha usado como una autodesignación étnica de los Proto-Indo-Iraníes.
Desde el siglo XIX, los indo-iraníes han sido los más antiguos hablantes conocidos de lenguas indo-europeas, la palabra ario fue adoptada para referirse no sólo a los indo-iraníes, sino también a los hablantes indo-europeos como un conjunto.
No debe confundirse el concepto de raza aria y las distintas creencias asociadas a él con la doctrina cristiana llamada arrianismo.
En lingüística, ario es más usado en el contexto de una sub-rama de las lenguas indo-iraníes, referidos como lenguas indo-arias.
A estos ancestros se les da el nombre de arios, tomado de la palabra sánscrita y avéstica arya que significa "noble". Desde este punto de vista la voz "ario" viene a querer decir algo parecido a "europeo blanco" — excluyendo a la población de origen judío y árabe, ya que sus respectivas lenguas ancestrales no pertenecen a la familia indoeuropea.
Hay que señalar que en los Vedas la palabra arya no se emplea nunca con connotaciones étnicas o raciales. Aún es empleada por el zoroastrismo, el budismo, el jainismo, así como por el hinduismo con el significado de "noble" o "espiritual", como también, denominar una cualidad espiritual divina: renacido, nacido dos veces, que re-nació después de la muerte.
La cuestión de la patria de los arios
Todavía se debaten los orígenes de los antiguos "arios" en términos geográficos. El avéstico era el idioma de la antigua Persia, que coincide a grandes rasgos con el actual Irán. El sánscrito se asocia con el valle del Indo, en el norte de
http://es.wikipedia.org/wiki/Arios
Por eso los vikingos eran cremados con todas sus pertenencias en barcos que eran lanzados a los ríos y mares, y los celtas también quemaban a sus muertos. Los persas zorástricos sin embargo prefieren dejar que sean comidos por los buitres porque el fuego es tan sagrado que sería contaminarlo si se usa para quemar un cadáver. Conforme se dio el advenimiento del cristianismo en Europa la costumbre de quemar a los muertos fue dejada de lado y suplantada por la costumbre de enterrarlos como los semitas y sus cultos telúricos. Judíos, cristianos y musulmanes creen que durante el Juicio Final los muertos resucitarán y saldrán de sus tumbas, pero los arios siempre habían creído en la reencarnación y/ó en un más allá paradisíaco como el Nirvana ó el Walhalla donde las almas se encontrarían por siempre en el plano espiritual al lado de los dioses y no regresarían más al plano físico, por eso quemaban los cuerpos para mostrar que eran simples deshechos materiales que jamás se volverían a utilizar. Pero el cristianismo cambió esto haciendo que los cuerpos fueran enterrados, excepto a las brujas paganas que se les quemaba vivas.
Los pueblos arios siempre han celebrado la muerte y la resurrección de su dios desde muchos milenios antes del nacimiento de Cristo. Según la mitología egipcia, el rey de los dioses, Osiris, es muerto por el dios del mal, Set para usurpar el poder.
Plutarco cuenta como, por algún modo que se nos escapa, Set averigua “la longitud del cuerpo de Osiris en secreto”. Y con esa información encarga la construcción de un arca de madera en la que cabria de forma exacta el cuerpo de su hermano. Entonces, en mitad del festejo, Set anuncia que regalara el valioso cofre a quien de todos los presentes sea capaz de meterse en el y resulte que las medidas del candidato coincidan con las dimensiones del cofre. Se podría hablar de una versión egipcia del cuento de Cenicienta, pero sin zapato y con un cofre en su lugar.
Varios de los conjurados se prestan al juego para incitar a Osiris a intentarlo y al final lo consiguen. ¿Qué sucede? Pues de inmediato Set y sus cómplices sellan el cofre y le lanzan al rió. Eso, lógicamente, provoca la muerte de Osiris, que viajaba en su féretro por el agua hasta desembocar en Biblos, Fenicia.
Pronto hay quien ve un buen ejemplo de lo ocurrido en la posterior traición que sufre Jesús a manos también de un allegado suyo, judas Iscariote. Pero lo relevante para lo que nos ocupa esta por llegar.
A partir de ese momento, Isis cobra un protagonismo al confrontar su personalidad con la de Maria magdalena, pues es de las primeras que sale a buscar a Jesús a su tumba.
Tras muchas vicisitudes, consigue recuperar el cuerpo de su difunto esposo y retorna con el a casa. Pero allí la espera Set, implacable, que en esta ocasión hace trocear en catorce pedazos el cuerpo sin vida de su hermano Osiris: cabeza, corazón, pecho, ojos, brazos, pies, orejas, tibias, muslo, puño, dedo, espina dorsal, falo y nuca, y manda esparcir los restos por el país del Nilo.
Isis escapa, infatigable y abnegada, sale al mundo en compañía de Nephtis, su hermana, para recuperar sus fragmentos y lo consigue con la sola excepción del falo.
Y encuentra al dios de la magia y la sabiduría, Thot y con la ayuda de Nephtis y Anubis, realiza una serie de ritos mágicos que no se especifican como uno desearía y resucitan a Osiris. Y tanto logra resucitarle que concibe con él un hijo sin que parezca que hubiera medios para ello. Es decir, una verdadera concepción virginal, Con su acción se consiguen un par de cosas de indudable merito: Osiris e Isis conciben a Horus quien luego venga a su padre matando a Set. Y logra que a los ojos de los egipcios sea posible nada menos que la resurrección de los muertos.
Similar es el mito nórdico de Balder, quien es asesinado por las mentiras y trampas del dios del mal, Loki, pero quien revive tras el Ragnarok. Similares mitos se encuentran en el Ave Fénix helénica, el mito de Orfeo (¿Osiris?) griego cuyo culto, el oferísmo, se volvió uno de los llamados cultos de misterios (esotéricos) más importantes del mundo grecorromano, el mito del Mitra persa y del Cernunus celta que baja al Inframundo en Samhain (el 31 de octubre) y regresa en Yule (el 21 de diciembre). De forma similar al mito de cómo Odín muere en el Árbol Ygdrassill (el árbol del conocimiento) y revive nueve días después extrayendo la sabiduría de las Runas.
El mito de un dios que muere y resucita es tan común entre los pueblos arios; celtas, germanos, persas, egipcios, romanos, griegos, etc., que la resurrección de Cristo no sólo no es nueva, sino que trillada. Pero también nos demuestra que la religión cristiana en realidad tiene una muy fuerte influencia pagana.
Los mahometanos en su Corán reniegan de esto y aseguran que Jesús escapó del calvario, que no murió en
EL DOMINGO
El día sagrado de los cristianos es el domingo, en latín Dies Dominicus, día del Señor, el Sun-day (día del Sol) en inglés. El domingo es el día del sol y el que se le consagre a Cristo es una prueba más del culto solar que envuelve al cristianismo. El día sagrado para los mahometanos es el viernes, en latín Dies Veneris ó día de Venus, siendo Venus una diosa lunar análoga a Isis, Astarté y Freya (Fry-day ó día de Freya en inglés), lo que recalca el hecho de que el Islam es una religión lunar, que utiliza un calendario lunar, tiene como su símbolo una luna, e incluso el origen de la palabra Islam tiene relación con Isis.
Existió en
Es clara la influencia que los sabeos ejercieron en los mahometanos, en especial por las oraciones diarias y el culto a Venus-Isis-Astarté. En todo caso, Mahoma estableció que judíos, cristianos y sabeos, eran los antecesores de los mahometanos y que por ende debían ser tolerados.
El día sagrado de los judíos es el sábado, el Sabbath, el Saturn-Day en inglés ó día de Saturno, el Demiurgo. Saturno, Set, Satán, la misma entidad.
Las religiones paganas arias tenían y adoraban a trinidades divinas muchos miles de años antes de existir el cristianismo.
En Egipto era Osiris (Padre), Isis (Madre) y Horus (Hijo).
Análoga a la trinidad germana; Odín, Freya y Thor.
A
Al Trimurti Hindú; Brahma, Vishnú y Shiva, y a las distintas trinidades propias de casi todas las culturas indoeuropeas.
Así,
Los judíos tienen su propia versión maligna de
El Diablo es el Demiurgo ó dios judío, el Anticristo será el Mesías Judío reconocido por estos como tal y el Falso Profeta el Sumo Sacerdote del Templo de Jerusalén ó Sinagoga de Satanás.
DIOS Y EL DIABLO
Los judíos no creen en el Diablo. Para ellos, su dios Jehová es también su Diablo.
La distinción entre Jehová bueno y Satán malo la hicieron los cristianos y luego los mahometanos, pues es ajena al judaísmo.
Para los judíos, si Jehová estaba de buen humor las cosas iban bien y si estaba enojado ocurría el mal. Su dios era el artífice tanto del Bien como del Mal, y su ira y sus celos podían provocar desastres como el Diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra, las plagas de Egipto, la ira de Dios contra el faraón egipcio cuando este se entregó a la carnalidad con Sara la esposa de Abraham, el cautiverio de Babilonia, la historia de Job, etc. Todas las desgracias eran producto de la ira de Dios.
Pero este concepto era muy difícil de entender por los arios europeos. Para ellos un mismo dios no podía ser origen del Bien y del Mal simultáneamente. Los paganos siempre crearon una dicotomía maniqueísta donde había dioses del Bien y del Mal.
Odin y Loki entre los nórdicos.
Osiris y Set entre los egipcios.
Ahura Mazda y Ahrimán entre los persas.
Budas y Maras entre los budistas.
Lucifer y el Demiurgo entre los gnósticos, etc.
Esta dicotomía de dioses entre el Bien y el Mal, incomprensible para los judíos de aquel entonces que sólo tenían un dios, y por ende, sólo un origen del Bien y del Mal, sería luego adaptada por los cristianos del paganismo dando nacimiento a la creencia en un Dios Jehová, absolutamente bueno y causa de todo Bien y un demonio Satán, absolutamente malo y causa de todo Mal; un dios del Bien y un dios del Mal.
Por supuesto que los cristianos identificaron a su nuevo dios del Mal, Satán, con el Lucifer ario por ser éste enemigo del Demiurgo, el dios Jehová cristiano.
Pero en realidad Jehová y Satán eran la misma entidad. Los cristianos, cuando reniegan de Satán, lo hacen equivocadamente pues Satán es el mismo dios judío Jehová. Jehová y Satán son dos caras de la misma moneda, dos manifestaciones del mismo dios. Algo que los mismos judíos siempre han sabido.
Porque Satán es el Set egipcio, el Mara budista, el Loki nórdico, el Ahrimán persa, el Saturno romano, el Cronos griego, etc., que a su vez es el mismo Demiurgo mencionado por el platonismo y el gnosticismo identificado por el sabio Marción como el dios del Antiguo Testamento, el dios judío.
Esta dicotomía se manifestó a lo largo de la historia con las diferentes herejías cristianas como el marcionismo, el simonismo, el maniqueísmo, el catarismo, el bogomilismo y el priscilianismo, entre otros.
Recordemos que el culto judío no es monoteísta, en lo cual coinciden muchos eruditos, sino henoteísta. El henoteísmo es cuando un pueblo ó religión adora a un único dios sin descartar la existencia de los demás dioses, como los vaishnavas que sólo adoran a Vishnú, ó los shivaístas que adoran sólo a Shiva, ó los zoroastrianos y su culto exclusivo a Ahura Mazda, ó como el faraón hereje Akenatón y su adoración al dios solar Atón. Los judíos tenían pacto con Yavéh/Jehová, pero no por eso negaban que otros dioses existieran.
1 Dios está en la reunión de los dioses;
En medio de los dioses juzga.
6 Yo dije: Vosotros sois dioses,
Y todos vosotros hijos del Altísimo;
7 Pero como hombres moriréis,
Y como cualquiera de los príncipes caeréis.
Este salmo parece recordarnos el mito de los gigantes que menciona el Génesis como hijos de los ángeles y las mujeres humanas y cuyo relato más completo se encuentra en el apócrifo Libro de Henoc. Los ángeles bajan a
De forma similar otras culturas relatan como hubo alguna vez una raza de gigantes que fueron destruidos por la ira de los dioses. Los monstruosos fomorianos de Irlanda que fueron derrotados por los Tuata de Danaan, una raza de dioses élficos, principalmente cuando el dios Lug (¿Lucifer?) mata al rey fomoriano el gigante Balor, los titanes de la mitología griega vencidos y encarcelados por los dioses del Olimpo, los Gigantes de Hielo de la mitología nórdica derrotados por los dioses Aesir que fueron atrapados en su propia dimensión y que se liberarán durante el Fin del Mundo ó Ragnarok, la guerra entre los Asuras y los Devas mencionada por el budismo, la batalla entre el dios Rama, séptima encarnación de Vishnú (Lucifer) contra el gigante Ravana en la épica hindú el Ramayana y el Mito de Cthulhu de H.P. Lovecraft donde los Grandes Antiguos ó Dioses Primordiales que gobernaban el mundo hace eones fueron derrotados por los Dioses Arquetípicos y encerrados en diferentes prisiones; Ithaqua en los vientos del ártico, Cthulhu en la ciudad submarina de R’Lye, etc.
Es el mismo mito, una y otra vez, repetido. La lucha de los arios hiperbóeros y sus descendientes contra razas negroides de gran tamaño como los lemurianos de los cuales descienden los modernos de raza negra.
Finalmente, el principal plagio del cristianismo es
2- ↑
3- ↑ para el término sánscrito, Monier-Williams tiene: "un hombre respetable u honorable, u hombre fiel, un habitante de Âryâvarta; el que es fiel a la religión de su país; nombre de la raza que inmigró desde Asia Central hasta Âryâvarta (opuesto a an-arya, dasyu, daasa); en tiempos posteriores el nombre de las primeras tres castas (opuesto a shudrá); un hombre altamente apreciado; un maestro; Âryan, favorable a las gentes Âryan; comportándose como un Âryan, digno de un, honorable, respetable, noble; de una buena familia; excelente; sabio; apropiado"
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