lunes, 10 de agosto de 2009

-¿QUE ES PAGANISMO?

Del latín paganus: Literalmente, hombre del campo, campesino, aldeano, paisano.

Pagano es una expresión que los cristianos aplican a todas las personas que tienen creencias religiosas diferentes del judaísmo, del cristianismo y del islamismo. Integra el género más amplio de «infiel», que también abarca a los creyentes del judaísmo, del islamismo y ateos.[1] El término procede de la época imperial romana, en la que el cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio y fue utilizado para denominar y perseguir a las antiguas religiones europeas.

Los «infieles» (paganos, judíos y musulmanes) se diferenciaban de los herejes, debido al hecho de que, a los primeros desconocían la religión cristiana o no les había sido presentada adecuadamente. Los herejes, en cambio son cristianos que discrepan de ciertos elementos de fe que otros cristianos consideran como fundamentales en su religión. Por ejemplo, los católicos consideraban tradicionalmente como herejes a los cristianos que no comparten, en todo o en parte, el conjunto de dogmas aceptados por la Iglesia Católica, como los miembros de las diversas denominaciones protestantes, unitarios, mormones, etc.[2]

Los paganos se diferencian a su vez de los judíos y musulmanes, en el hecho de que estos últimos comparten la Biblia con el cristianismo, mientras que los llamados paganos creen en religiones que no consideran a la Biblia como libro sagrado.[3


Historia del término

En una nota al final del capítulo XXI de La Decadencia y Caída del Imperio Romano, Edward Gibbon rastrea el origen y uso de la palabra “pagano”.

La idea que ahora es común en la literatura de que los adoradores de los antiguos dioses comenzaron a ser llamados paganos cuando su culto había desaparecido de las ciudades y había tomado refugio en los pueblos (pagi), es inexacta. Los decretos imperiales contra la antigua religión habla de sus devotos como paganos en el año 365 d. C., cuando ellos eran aún la gran mayoría en las ciudades romanas; y la misma palabra en el sentido de “pueblerinos” (paganos) se usó como mínimo desde el primer siglo de la era cristiana.

Tácito y Juvenal indican que en su tiempo comenzó a ser aplicada a aquellos –generalmente campesinos- que no eran llamados para el servicio militar y no tomaban el juramento militar (sacramentum). Ya que los cristianos se consideraban a sí mismos los soldados de Cristo, tomaron prestada la palabra “sacramento”, y llamaron a aquellos que no tomaban su juramento “paganos”, del mismo modo que antes se llamaba a aquellos que no hacían el juramento para el servicio militar. Así lo señala Tertuliano en De Corona Militis, X. La vieja religión, es verdad, duró más en los pueblos, pero en el cuarto siglo, cuando la palabra “pagano” era usada en el sentido que se usa hoy, las ciudades eran lugares donde los dioses de Grecia y Roma aún eran fuertes. Juan Crisóstomo dice, en un sermón del año 385 D.C., que los cristianos eran solamente un quinto de la población de Antioquia, y hay amplia evidencia de que lo mismo sucedía en Roma.

El término pagano y sus equivalentes en otros idiomas también han sido utilizados por corrientes cristianas para designar a otras que se definen como cristianas pero conservan cultos sincréticos que recuerdan al paganismo. Por ejemplo, en la Iglesia de Bizancio los iconoclastas consideraban paganismo el culto a las imágenes de los iconodulas. Para algunos; pocos pero ciertos teólogos y propagandistas protestantes el culto a los santos de la Iglesia Católica de Roma es paganismo. Igualmente, algunos eclesiásticos católicos europeos calificaban como paganas o según cuales semi-paganas prácticas sincréticas de los nativos americanos o asiáticos evangelizados.

Durante siglos los textos que utilizan este término son principalmente cristianos. Sin embargo, desde el siglo XIX, el desarrollo de un ocultismo ilustrado en la civilización occidental ha llevado a que algunos cultos se definieran a sí mismos como paganos y recuperen antiguas tradiciones paganas europeas. Es lo que a veces se llama Neopaganismo.


Neopaganismo

El neopaganismo es el conjunto de movimientos espirituales modernos inspirados en formas de religiosidad anteriores al cristianismo.

El neopaganismo también está relacionado con los nuevos descubrimientos de las teorías sistémicas, y la ecología, volviendo a valorar la relación con la naturaleza.

Movimiento neopagano Teología Panteísmo, politeísmo Nombre y número de seguidores Neopaganos o paganos, 5.000.000 - 10.000.000 País con mayor numero de neopaganos Estados Unidos. Movimientos Druidismo, Wicca, Jewichería, Asatru, Romuva, Kemita, Neohelenismo, entre otros


Wicca

La wicca fue dada a conocer por el autor y ocultista inglés Gerald Gardner durante los años cincuenta (del siglo XX). En sus libros, Gardner aseguraba haber sido iniciado en un conventículo secreto por brujas británicas, que mantenían el culto heredado de la antigua religión tras siglos de persecución por parte de algunas religiones cristianas, especialmente la Iglesia Católica Romana. Estas afirmaciones de Gardner se apoyaban públicamente en las investigaciones sobre la brujería como tradición heredera de religiones precristianas, expuestas principalmente por Margaret Murray entre otros. Las conclusiones de Murray han demostrado carecer de fundamentación histórica y antropológica, basándose más en hipótesis de la autora.

Gardner pretendía exponer un sistema de brujería capaz de ser efectivo y practicable en el siglo XX, para evitar que se perdieran los conocimientos de este arte. En algunos casos, partes de la estructura, simbología y rituales revelan las adiciones del ocultismo occidental del siglo XIX y principios del XX, particularmente la Orden Golden Dawn y una de sus figuras destacadas, el mago Aleister Crowley.

La teología de la wicca gardneriana puede definirse como un biteísmo, que integra dos divinidades principales arquetípicas de la brujería europea. La Diosa o la Señora (expresión divinizada del principio femenino, y diosa de las brujas) y el Señor (o Dios astado), inspirado en los antiguos dioses de la caza, particularmente el Cernunnos céltico. Su símbolo principal es la estrella de cinco puntas dentro de un círculo llamada pentáculo, que representa los cuatro elementos de la naturaleza (aire, fuego, tierra y agua) más el espíritu. Esta estrella, así como la entera religión, no tiene relación con lo que se conoce hoy como satanismo.

A finales de los años sesenta, la wicca gardneriana comienza a difundirse en EE. UU. En ámbitos contraculturales y feministas tienen gran acogida sus bases mitológicas y su cosmovisión, por el énfasis en la imagen femenina de la divinidad como Diosa Madre y el rol predominante de las sacerdotisas. El feminismo radical norteamericano encontró un punto de partida como alternativa al cristianismo patriarcal. Aparece así un importante movimiento de carácter más liberal, espontáneo y menos jerárquico que lo establecido en las formas tradicionales de wicca. En los grupos de wicca diánica feminista, se deriva hacia un monoteísmo femenino, en el que la Diosa asumía la predominancia como gran creatrix de la naturaleza. Tomando además como inspiración otras teorías sobre los cultos neolíticos a la Gran Diosa, como los de la antropóloga Marija Gimbutas.

Es una religión seguida mayoritariamente por gente amante de la naturaleza, que apoyan la existencia de un equilibrio entre la feminidad y la virilidad, esencialmente habitantes de núcleos urbanos. Sus fiestas principales están situadas en tramos equidistantes del año, celebrando tales fiestas en relación con cada estación solar del año.


Sincretismos

Algunos autores consideran como formas de neo-paganismo a las creencias sincréticas afroamericanas de vudú, candomblé y santería (orishá), generalmente originadas por la confluencia de religiones tribales de África Occidental con manifestaciones populares de base o imaginería cristianas.


Ética y moral

Todas las religiones neopaganas son comunes en un sentido ético muy parecido, en el cual ponen el acento sobre el respeto a la naturaleza. La naturaleza en cuanto a lo sagrado, porque es generada por las divinidades. El respeto a la naturaleza es el respeto del tipo ecológico con el medio ambiente: en muchas tradiciones la diosa Madre es identificada con la naturaleza.

El neopaganismo aparece como una religión llena de cosas ocultas y símbolos.

La liturgia es diferente entre las diversas tradiciones neopaganas.

Adherents.com estima que actualmente en el mundo hay un millón de neopaganos. Es preciso saber qué grupos están incluidos en las estimaciones, empleando el término "pagano" o "neopagano".

Teología

A diferencia del paganismo clásico, prácticamente todas las religiones neopaganas de la actualidad son panteístas, ya que reconocen la existencia de una realidad última o principio divino que impregna todo lo existente, lo genera por emanación y se manifiesta a través de la naturaleza. Los dioses y diosas serían aspectos o manifestaciones arquetípicas de distintas facetas de esta realidad última.

Cosmología

La cosmología es uno de los puntos de encuentro entre varias religiones neopaganas.

Hablando de la creación en el ámbito pagano, emerge el hecho que la diferencia de cuanto viene en los cultos judíos y cristianos, la creación no tiene un inicio preciso para poder parar una vuelta completamente, pero en realidad no está conclusa, porque la creación es un acto, hecho constantemente y perennemente en el universo. La creación pagana, por tanto, corresponde a un proceso de desarrollo natural, cambio, mutación y evolución de la existencia, este proceso es causado por un dios, pero no originado, porque es un mecanismo derivado de la emancipación misma de la divinidad en el mundo, y su manifestación.

El motor que causa el nacimiento, el crecimiento y la muerte de las cosas o bien los eternos ciclos de la vida, es el espíritu divino mismo, permanente en el cosmos. Son las divinidades que están en el universo, las que lo plasman, modelan y modifican, dando la vida. Los dioses son conceptos junto a las fuerzas creadas que hacen que la materia se agregue y forme todas las cosas que existen en la naturaleza, son perceptibles en el mundo que el hombre habita.

La fuerza creativa se identifica, en esta óptica, con la naturaleza misma, el vehículo a través del cual se cumple el misterio divino de la vida, caracterizada por el eterno movimiento cíclico, en la cual las fuerzas místicas se reforman, renuevan y reencarnan continuamente.

Aunque la visión de la wicca es muy similar, enfonda sus propias raíces en el dualismo: el principio que emana del cosmos y anima la creación no es la única, son dos. El Dios y la Diosa, encarnados en el principio masculinos y femenino, personifican las dos fuerzas cósmicas cuya alternancia —en eterno intercambio la una con la otra— dan origen a la existencia y son base de todas las cosas. En esta óptica de unión mística, las relaciones sexuales entre hombre y mujer son sagradas porque respetan el proceso infinito de manifestación de la divinidad en el mundo.

Aunque la cosmología del neopaganismo intenta dar una explicación a eso que existe antes del origen de todo: antes de la creación estaba el caos, llamado de diferentes formas según las religiones, en el caos estaba presente una identidad primordial inactiva y eterna, la divinidad.

La creación tuvo inicio cuando la divinidad pasó de un estado de inactividad a otro, que se manifestó como una luz en la oscuridad infinita, energía cósmica.

Esta energía no creó, en el sentido literal del término, pero comenzó a poner en orden al interior del caos, comenzó a determinar: su espíritu, dar forma a la materia inanimada y sin dar forma, dándole armonía, ordenándola.

Liturgia

Los sistemas rituales neopaganos se diferencian de una tradición a otra. Existe todavía un hilo conductor que pasa a través del contacto con la naturaleza. La mayor parte de los ritos envuelven la presencia de elementos y símbolos naturales. Otros se relacionan con el pentáculo. En los rituales se utilizan piedras, cristales, agua, sales, flores y símbolos. Los elementos naturales son considerados catalizadores del contacto entre el mundo divino y el mundo humano. Los neopaganos creen que el mejor modo de estar en contacto con los dioses es vivir y meditar en el universo que ellos llenan.

Los lugares naturales son, en la situación actual que ve una escasa presencia de templos estables, las mejores zonas en las cuales se puedan celebrar los ritos, prácticas y misterios divinos.

En la wicca, en particular, existe una liturgia bastante codificada que prevé la utilización de una serie de objetos litúrgicos precisos en un ritual aunque es practicado por todas las diversas "tradiciones wiccanas" y en los "covens". El ritual prevé la presencia de elementos como, por ejemplo, el boline, el athame, el cáliz y el caldero.

Cada tradición prevé la celebración de la unión matrimonial religiosa enfrente de un sacerdote. Los rituales, además, esta vez se diversifican en base a la corriente neopagana: en la wicca hay un ritual llamado «atadura de manos», que prevé, como se deduce a través del nombre, que las manos de los esposos están unidas en un lazo para formar un nudo. Esta práctica matrimonial es en realidad muy antigua, y representa a otros grupos tanto neopaganos como wiccanos.

Generalmente no hay prejuicios sexuales, hay matrimonios heterosexuales y homosexuales. En algunas tradiciones o grupos el legado espiritual se renueva cada año y se puede elegir si seguir con la misma pareja (renovar el matrimonio) o divorciarse.

Otros rituales comunes, que tienden a abrazarse con el paso del tiempo, deviniendo en una liturgia codificada como la misa cristiana, existen una serie de rituales no codificados o simples expresiones de fe que cada pagano desarrolla tras los muros domésticos. La devoción personal prevé la utilización de un altar sobre el cual se ponen iconos de la divinidad y se la ofrece incienso, agua, fruta. Cerca del altar, que puede ser de cualquier forma y dimensión, el celebrante reza, medita y recita oraciones como símbolo de devoción a los dioses.


Características doctrinales

Como por la ética, aunque la doctrina de varias formas de neopaganismo son muy similares. Esencialmente todas las religiones neopaganas se fundamentan en una serie de principios.

El más relevante es la ciclicidad: la diferencia de las religiones abrahámicas y de las religiones iraníes, el tiempo es concebido como una línea recta en la que se hace la voluntad de Dios que conducirá al hombre hacia el juicio final. En cambio en el neopaganismo (como en el hinduismo) el tiempo es concebido como un proceso circular.

Esta concepción cíclica es perceptible por las más breves expresiones de tiempo de las grandes eras. La misma vida de hoy, por los creyentes neopaganos, es circular: atraviesa tres fases, el nacimiento, el crecimiento y la vejez. La muerte es vista como un paso de un círculo a otro, cosa con la que termina la edad senil y pone fin a la vida biológica, dando lugar a un nuevo periodo de vida, análogo al precedente.

La vida después de la muerte es un concepto de renacimiento, en realidad, un paso de una vida a la otra. En el neopganismo es vista como un futuro natural, necesario al verificarse de la regeneración de la vida, al nuevo de la existencia.

Es a partir de esta concepción cíclica que, a fin de cuentas, es común en todas las religiones indoeuropeas, que las corrientes neopaganas han asimilado el concepto de reencarnación, mientras que no estuviera presente ya en la forma antica de la religión. La reencarnación es común en prácticamente todas las religiones neopaganas (aunque porque es un trato distintivo del sistema interno de tradiciones indoeuropeas; sin embargo, en religiones como el druidismo el concepto era ya individual en la forma arcaica, en las otras religiones neopaganas no estaba presente, o por lo menos era una creencia difundida únicamente entre los órdenes sacerdotales, iniciados en los más altos misterios. Efectivamente, el mito kemético de la muerte y la resurrección del dios Osiris opera en un contexto que podría ser considerado afín a ese de la reencarnación propiamente dicha.

La tolerancia es el tercer elemento clave de las enseñanzas neopaganas: es expresada firmemente la multiplicidad de vidas que podrían conducir a la comprensión de lo divino y, por tanto, cada religión es considerada válida y justificada.

Cada cual puede seguir la carrera espiritual que siente más cercana a sus exigencias, sea de raíces indoeuropeas o abrahámicas. La intolerancia es vista como una degeneración de la moral, una incapacidad de percibir la existencia como eso que es, caracterizada por unos múltiples puntos de vista, todos válidos y respetables, dado que ninguno conoce la verdad absoluta.

En esta óptica, el neopaganismo se opone a la intolerancia de las religiones abrahámicas las cuales se consideran detentorias de la verdad única o, al menos, en su parte extremista. En el universo neopagano hay muchas concepciones y cada una tiene una variedad de la propia verdad: cada uno puede creer en la propia verdad. Lo importante es no hacer mal a nadie y no imponer las propias ideas a los otros. En la doctrina pagana no existe la contraposición bien-mal, puesto que son conceptos de la mente humana.

El bien y el mal, en realidad, no existen, porque es el mismo hombre quien tiende a etiquetar las cosas creadas como positivas o negativas. De esto no nace un códice de comportamiento a priori, basado sobre una moral que establece lo que es bueno y lo que es malo, antes bien, una ética colectiva y cooperativa, garantía de la buena sociedad, basada fundamentalmente sobre los principios morales de la aceptación de las diferencias y respeto a la naturaleza.

De la ética considerada natural se genra otro fallo del moralismo tanto como inculcado de las tradiciones de las religiones abrahámicas. El sexo, la homosexualidad, el progreso científico no son vistos como una impiedad o violaciones de la naturaleza, la ciencia es vista como un medio a través del cual se pueden conocer las leyes que gobiernan el cosmos.

Magia y esoterismo

El neopaganismo aparece como una religión llena de significados ocultos y misteriosos. El simbolismo es un componente esencial. Detrás de una fachada que pueda parecer simple y fácilmente interpelable, se oculta un significado místico y profundo.

Es esta tendencia de tipo esotérico, que distingue las religiones neopaganas del cristianismo y del mundo abrahámico en general. Estas últimas religiones, de hecho, son esotéricas, tendiendo a no enfatizar los significados profundo y filosóficos de la teología.

El neopaganismo es mayoritariamente esotérico porque propone a sus fieles un encuentro directo con la dimensión oculta de la naturaleza, enfatizando el significado estático y subrayando la emanación del poder divino que destaca la transcendencia. De esta idea de interacción directa entre el hombre y lo divino, el neopaganismo basa todos sus rituales en la divinidad de la naturaleza, ricos en devociones votivas y elementos prácticos, sin olvidar los elementos meditativos.

Algunas corrientes neopaganas, pero en particular la wicca, adoptan la magia como elemento de la doctrina. Las prácticas mágicas no son todavía mayoritarias, pero se utilizan como elemento ritual que canaliza la energía cósmica para favorecer el contacto con las fuerzas divinas. La práctica mágica puede utilizarse para guarecerse, como en el chamanismo. En la wicca la magia está sujeta a la "ley de tres", más conocida como Rede, por la cual los practicantes deben abstenerse de hacer mal con la magia porque recibirán el mal multiplicado por tres. En la brujería tradicional ese sentido ético no está presente.

En otras religiones en las cuales está incluido el concepto de magia, como el druidismo, es considerada únicamente como algo de los órdenes sacerdotales de los druidas; paralelamente, la mayor parte delas religiones neopaganas, en particular el gentilismo, kemetismo, dodecateísmo romanismo y Asatru no consideran la magia como parte de su propia doctrina y, por lo tanto, no es practicada por los fieles.

Hipatia (360-415), filósofa y erudita neoplatónica, muerta a manos de un grupo de cristianos, por lo que es considerada mártir del paganismo

Fiestas

Los días considerados sagrados por las religiones paganas son muchos, todavía hay fiestas que todos los paganos celebran en el mundo, indiferentemente de la tradición a la que pertenecen: son el sabbat y el esbat.

Estos últimos, sobre todo, que verdaderamente son propios de las fiestas de los rituales, teniendo una vuelta al mes por los wiccanos. Celebrados al final de cada mes lunar, hay trece tipos distintos. Como están basados en el mes lunar, nunca caen en el mismo día. El sistema de los sabbat se basa en el mecanismo de rotación del Sol alrededor de la Tierra, son fiestas que celebran la sacralidad de los solsticios y de los equinoccios, considerados eventos astronómicos con una mística propia particular.

En la wicca, las fiestas sabáticas adquieren un significado teológico importante: celebran, de hecho, la unión entre el Dios y la Diosa, mito que recalca la unión divina de los dos principios y brota de las fuerzas de la naturaleza. Los sabbats son ocho:

-Samhain es el año nuevo para muchos paganos, cabe aclarar que Halloween no es lo mismo que Samhain, Halloween era la víspera al año nuevo celta ("All Hallows Eve" víspera del día de Todos los Santos)

-Yule (solsticio de invernal)

-Imbolc

-Ostara (equinocio primaveral)

-Beltane, los paganos que siguen la senda nórdica celebran Walpurgis

-Litha (solsticio de verano)

Lughnasadh o Lammas

- Mabon (equinocio otoñal)


Simbología

Las religiones neopaganas siempre han sido ricas en símbolos de mucha variedad y de orígenes pasados. Hoy es predominante un símbolo, el cual proviene de la religión grecorromana, el pentáculo que puede ser utilizado por todas las variedades del neopaganismo porque tiene mucha simbología.

El pentáculo formado por un pentagrama metido en un círculo es considerado un símbolo de fuerte significado místico; esto representa, de hecho, una suerte de reproducciones esquematizadas de los procesos vitales que rigen el universo y, por tanot, el cosmos. Los cinco vértices de los ángulos contituídos de la estrella simbolizan los cinco elementos base con los que se organiza la vida: aire, agua, tierra, fuego y espíritu.

Este último es la energía emanada de la divinidad, sobre la cual está fundado todo el orden del cosmos: ella, mediante las fuerzas ocultas creadas, se condensa formando los átomos de la materia y, por consiguiente, la materia misma, la cual sería otra cosa que la manifestación física del Dios. Los otros elementos representan, generalizando, la fuerzas divinas que hacen perennemente el universo, forjándolo y dando origen a la vida. Son las divinidades, emancipaciones del Uno, permanentes en el cosmos en cada uno de sus aspectos.

El pentáculo es muy utilizado en la liturgia de muchas de las corrientes paganas. Generalmente es puesto en los altares, siendo considerado un símbolo en grado de evocar las fuerzas misteriosas del cosmos, pero aunque generalmente es utilizado como amuleto para colgar del cuello, en particular por el clero (como la cruz de los cristianos, que se ponen los sacerdotes, monjes y fieles).

Cada tradición neopagana tiende a tener sus propios símbolos, que, en el caso de las religiones reconstruccionistas, son herederas del patrimonio cultural de las antiguas religiones paganas de donde están radicadas.

La wicca tiende a tener como símbolo propio el pentáculo, significa el equilibrio entre los cuatro elementos del mundo (aire, tierra, agua y fuego) con el espíritu. Las 3 puntas superiores representan los tres aspectos de la Diosa: doncella, madre y anciana, mientras que las dos puntas inferiores representan al Dios en su aspecto de Dios de luz y Dios de la oscuridad

El kemetismo tiende a tener como símbolo propio el Anj, que representa el misterio de la vida y la manifestación de lo divino. También tienen el Ojo de Horus (o udjat) y el disco solar del dios Atón, en el cual la divinidad tiende a manifestarse en el cosmos.

En asatru tiende a tener como símbolo propio el Mjolnir, que representa protección, la consagración, la justicia. tambien se usa el valknut simboliza el viaje de Odín por los Nueve Mundos de Yggdrasil, que culmina con su momentánea muerte y regeneración, en el que obtiene el saber rúnico, no se recomienda el uso del valknut

En el druidismo es de particular importancia la Triskel y el awen. Entre ambos representan la triple naturaleza de la divinidad: la triquetra, como todos los símbolos paganos, es el más difundido pero no se conoce su origen. El Triskel representa los 3 caminos evolutivos del ser humano: Cuerpo, mente y alma. El Awen es el espíritu inspirado: la repentina llama de lucidez que inflama los pensamientos de los hombres y les da sabiduría, facilidad de palabra y energía en medio de la batalla.



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